Especial para El Enfoque
Por Carlos Eduardo Chauta Cárdenas
En esta era de la información por la que atravesamos, es necesario considerar que estamos en una etapa de interacciones, participación y comunicaciones en crecimiento continuo dentro de la multiplataforma, todo ello, al interior de un solo escenario “La Web”, la cual está ligada a los avances de la digitalización global.
El periodismo 3.0 entendido como un concepto de actualidad, de tendencias, socialización y convergencia de la información transmitida desde distintos y variados medios de difusión, nos hace tomar en cuenta el fácil acceso a estos contenidos que se encuentran en la red para casi cualquier tipo de usuario; llámese a este, pasivo o activo en términos de conocimiento técnico y de comprensión cercana a distintos temas.
Las audiencias entonces, han hecho de los medios masivos en la internet unos medios mucho más cargados de amplitud y espacio multidireccional, mayor libertad para convertir en públicas varios tipos de información como: documentaciones que tratan acerca de un hecho, personaje, momento histórico, entre otras publicadas en diversos sitios y con diversas dinámicas de acuerdo a la temática que se aborde con la plena ayuda de las herramientas tecnificadas para tal fin.
Aunque son pocas en número, las Nanoaudiencias son consideradas un puente hacia donde surcan las demás comunidades en busca de más enlaces o puertas a las redes sociales por ejemplo, esto ha sido iniciado por sistemas como el Blog en los que se abarcan muchas informaciones de interés político, social, tecnológico, artístico etc. Junto a estas aplicaciones se añaden cada vez con mayor frecuencia otras, en cuyo funcionamiento e innovación está el pie de expansión colectiva de lo que se publica y de quienes reaccionan a ello; los sitios Web, han caracterizado y jerarquizado a los medios entre lo tradicional, alternativo o comunitario y social, siendo este último enfoque lo que ahora llamamos el < Boom > de las redes sociales y las aplicaciones digitales.
De acuerdo a lo anterior, dichas audiencias fragmentadas preceden a la formación de grupos más complejos de interacciones, de conocimiento e interconexión a través de canales tales como; WhatsApp, Facebook, Twitter, YouTube, Blogeer, Instagram, Wix, Wordpress entre otros. También forman parte de estas comunidades los Super-usuarios quienes conforman procesos de comunicación con mayor elaboración y con un criterio más apropiado de las formas de hacer, divulgar y expresar la información junto con pautas y características específicas para poder hacerlo.
Las connotaciones e incidencias que han generado estas dinámicas en cuanto al periodismo de la actualidad, responden a cambios desde lo general a lo particular lo que sin duda da prioridad a la tendencia y las mediciones resultantes de toda la participación ciudadana en redes. Para el caso específico de los usuarios especializados o Superusuarios, hay una relevancia importante en cuanto a la movilización y sensibilización de masas numerosas, debido a su formación y pertinencia en la comunicación interpersonal que es llevada a otras latitudes fuera de las previstas por los medios tradicionales, es justo allí donde se producen las movilizaciones sociales, las nociones más claras de formación comunitaria activa y participativa que van en concordancia con su inclinación y los fines pertinentes a la verdad, a la obtención informativa derivada de otras fuentes, lo cual produce un escenario de interpretaciones diversas.
Lo que conocemos como comunidades virtuales, se encuentran hoy día ubicadas en medio de lo comunitario e independiente y los conglomerados de información formando parte de un juego de fuerzas y de conveniencias comandado por estos últimos, los cuales usan este trampolín al que hacen referencia las nuevas formas de comunicación digital que han permeado al periodismo de un eje de contenido y participación notablemente más alto; sin embargo, algunas de estas poblaciones que de una u otra forma intentan ejercer unas prácticas ligadas al periodismo por su intervención en la web, no deberían calificarse como periodistas sino como comunicadores naturales, actores continuos de informaciones expuestas por otros, ya que existen profesionales quienes en su oficio de comunicadores y periodistas, hacen uso de la información con una estructura formal y unos principios dados propiamente para diseñar y transmitir como interlocutores preparados con nociones técnicas y de organización en cuanto a contenidos se refiere.
Existe otro tema importante a la hora de interpretar el periodismo puro, periodismo formal u auténtico distanciando del informal, y este tema es la calidad de contenidos y la responsabilidad ética del profesional a cargo del ejercicio periodístico y en sí de la comunicación social; a su vez la formación teórico práctica en las metodologías oficiadas por el profesional en comunicación son diferentes a las del periodismo ciudadano por ejemplo. La implicación que recae en un comunicador es equiparable a la construcción, ya que no es igual un puente edificado por un constructor o maestro empírico a que lo haga siendo orientado o guiado por un arquitecto quien conoce de fondo como se debe construir el puente adecuada y viablemente.
Finalmente como sabemos el medio afecta al usuario, en este caso al lector quién es mediado a su vez por su propia realidad y juicio social. Todos nos encontramos en medio de técnicas de una persona o fuente para la que su oficio es comunicar un mensaje a los distintos modelos de receptor que somos cada uno. En otras palabras, todos podemos comunicar de manera natural, pero no todos podemos hacerlo como profesión o ejercicio académico y consciente.
Especial para El Enfoque
Por Carlos Eduardo Chauta Cárdenas
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