Con la tarjeta débito Amazonía, en colaboración con la Fundación Saving The Amazon y la participación de más de 62 mil clientes, la entidad financiera impulsa la restauración de la Amazonía colombiana en los departamentos del Vaupés y Guainía, y la siembra de mangles en el caribe colombiano.
En el marco de su programa de restauración y con su Tarjeta Débito Amazonía, el Banco de Bogotá ha adelantado la siembra de más de 92.000 árboles en la Amazonía colombiana y de mangles en el Caribe Colombiano.
Con esta iniciativa, los clientes de la entidad financiera apoyan la restauración y reforestación de los ecosistemas, donando el 1% del valor de sus compras, el cual se destina en un 50% a la restauración de la Amazonía colombiana en los departamentos del Vaupés y Guainía, y el 50% restante a la siembra de mangles en el caribe colombiano. Por cada dos árboles nativos del Amazonas o mangles sembrados, el Banco dona uno adicional, de forma correspondiente.
“En el Banco de Bogotá la sostenibilidad es nuestra apuesta más grande y somos conscientes que entre todos podemos incorporar acciones que protejan nuestro patrimonio natural y promuevan el bienestar de la sociedad. Con los árboles que hemos sembrado se han intervenido cerca de 1.500 hectáreas que han propiciado la restauración de áreas degradadas, estableciendo corredores ecológicos que favorecen la conectividad entre microhábitats locales, representando un potencial de captura de carbono de más de 16 mil toneladas” afirmó César Prado, presidente del Banco de Bogotá.
En el proceso de siembra, se plantan especies nativas como el acaí, wasay, ivacabá, molinillo, siringa, fariñero en el caso de la Amazonía, y mangle negro, rojo y blanco, en el Caribe colombiano; las cuales no solo restauran y protegen los ecosistemas de la región, sino que generan nuevas alternativas de ingresos económicos para las familias que tienen a cargo la siembra, el cuidado y mantenimiento de los árboles, mejorando su calidad de vida.
Con estos procesos de siembra se han capturado más de 16.000 toneladas de CO₂, equivalentes a retirar de circulación más de 3.000 vehículos durante un año, “sembrar árboles es maravilloso porque contribuye a un ambiente más saludable, además puedo ver cómo crecen y se convierten en un hábitat para los animales y también ayuda a combatir el cambio climático” cuenta Daisy, integrante de la comunidad Tayazú, quien con su familia ha sembrado 480 árboles en la selva amazónica.
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